viernes, 22 de julio de 2011

ENPL en la Campaña Nacional Florecen Mil Flores

Jóvenes solidarios aprovechan las vacaciones para arreglar la escuela

SOCIEDAD /  Son militantes que se sumaron a una campaña para mil colegios
21.07.2011 | 00.57   |   FacebookTwitter


En plenas vacaciones de invierno, un grupo de estudiantes universitarios y de la Escuela Secundaria Básica Nº 17, del barrio El Carmen de Berisso, cambiaron los libros y carpetas por brochas y tarros de pintura. Desde el lunes pasado, están trabajando para poner en condiciones el edificio ubicado 126 entre 29 y 30, en el marco de las segundas jornadas nacionales Néstor Kirchner “Pintamos 1.000 escuelas más”. La primera edición tuvo lugar en febrero y se llamó “Florecen 1.000 Flores. Pintamos 1.000 Escuelas”, ocasión en la que participaron alrededor de 25.050 jóvenes y se pintaron 1.117 escuelas en todo el país.
Después de un sabroso y calórico guiso, que los jóvenes almorzaron en un alto al trabajo, Martín Castillo (18), Rocío González (16), Belén Franco (15), y Corina Pluchinotta (17), tomaron las lijas y volvieron al trabajo sobre las paredes de las aulas que ellos habitan durante todo el año. Están contentos porque “está bueno hacer algo por la escuela”, dicen, y festejan que hace muy poco tiempo, consiguieron organizar el centro de estudiantes: “Se nos ocurren muchas ideas, hacemos festivales y cuidamos la escuela”, cuentan los chicos.
“Estamos lijando paredes para remover la pintura y los restos de pegamento, luego vamos a pintar las aulas, los baños y las cerraduras, y vamos a reponer vidrios”, contó a Diagonales Verónica Sforzin, coordinadora nacional del Movimiento Independiente Latinoamericanista Estudiantil (Miles), en el Encuentro Nacional Popular Latinoamericano, una de las organizaciones ligadas a lo que consideran “el campo nacional y popular” que se sumó a las jornadas. Entre tantas otras que replican la experiencia en establecimientos educativos del interior bonaerense y del país. 
Al primer piso de la ESB 17 concurren 330 jóvenes, sin contar los chicos de la primaria, que cursan en la planta baja, y los del Centro de escolarización para adolescentes y jóvenes, recientemente creado. 
El eje central de las Jornadas es la “participación solidaria” de toda la comunidad, con el objetivo de “transformar la realidad social que los rodea”: “Hicimos una campaña para que todo el barrio participe, los alumnos, los padres, la cooperadora y los vecinos, para fortalecer los lazos de solidaridad y el sentido de pertenencia a la escuela”, señaló.
Sforzin. “No tendría sentido que lleguemos nosotros, arreglemos todo en cuatro días y nos fuéramos porque a los dos días las paredes aparecerían pintadas de nuevo. En cambio, cuando todos se sienten parte del trabajo, se construyen nuevos valores, como el compromiso”, agregó Milton Oddone, del Miles. 
Y agregó: “Tienen que entender que la escuela no es sólo el lugar para venir a estudiar, sino para que ellos se relacionen entre sí, compartan cosas, crezcan juntos”. 
“Esta es una oportunidad, una herramienta que nos permite trabajar con toda la comunidad y volver a entrelazar vínculos que estaban rotos”, concluyó su compañera. 
Por su parte, Verónica Sosa, directora del establecimiento, indicó que “el proyecto fue muy bienvenido. Es la primera vez, en cuatro años, que se pinta la escuela. Y recibir ayuda de organizaciones sociales es muy importante”. 
La escuela de Berisso, emplazada cerca de un arroyo y de un inmenso descampado, recibe a diario a chicos y jóvenes, muchos en situación de vulneración social y económica. Según los jóvenes solidarios, la idea es propiciar espacios de encuentro y de contención, porque sólo considerándose parte de un momento histórico podrán allanar el camino hacia una realidad mejor.

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