LA LLAMADA CRISIS FINANCIERA GLOBAL

La llamada crisis financiera global[i]
Autores[ii]: Walter Formento
Gabriel Merino



La crisis financiera como tal

A nuestro juicio el disparador de la crisis financiera fue la decisión
de la Reserva Federal –Banco Central de EEUU- de subir la tasa de
interés del 1%, que regía en junio del 2004, a el 5,25%, a que se la
llevó en junio de 2006 - septiembre de 2007

Esta suba de la tasa de interés de los créditos otorgados a tasa
variable, especialmente aquellos destinados a la vivienda (hipotecas),
provoca una elevada morosidad producto de su otorgamiento en amplias proporciones a segmentos considerados de alto riesgo. Con ello todos los actores financieros que estaban expuestos en el mercado
hipotecario, muy especialmente la banca de inversión, entran en
situación de grandes pérdidas e incluso quiebras.

Esta situación emergió en julio-septiembre de 2007.


La burbuja hipotecaria

La burbuja hipotecaria en el mercado de la vivienda se va produciendo
a partir de que se otorgan créditos a personas (incluso sin capacidad
de pago por eso Subprime, Basura, Tóxicos, de Alto Riesgo, etc.);
estos créditos hipotecarios luego se reúnen y arman paquetes que se
transforman luego en bonos, que se comercializan en el mercado
financiero de bonos, y con el dinero obtenido se otorgan más créditos
hipotecarios. Ejemplo, 100 dólares con respaldo real en viviendas se
convertían, a través de la magia especulativa financiera de bonos, en
2000 dólares de créditos con respaldo solo en papel-bonos. Una burbuja hipotecaria ficticia 19 veces superior al respaldo real se ha creado, de 2000 solo 100 tiene respaldo real, 1900 es ficticio. Estos bonos, instrumentos financieros sin respaldo real, quedan en manos de la banca de inversión que los genera y hace circular en el mercado
financiero.

La burbuja hipotecaria es posible estructuralmente por la política de
tasas de interés bajas (1%) de la Reserva Federal conducida por Alan
Greenspan, amo y señor de Wall Street y las finanzas globales
angloamericanas. Tasas bajas que inhiben el ahorro, en una sociedad
que culturalmente vive del crédito (85%) y esta conducida al consumo
compulsivo por la Visión Neoliberal dominante desde 1982, y que la
caída del Muro de Berlín de 1989 y el consenso de Washington lanzan
sin freno.

La baja tasa de interés, sumada a la desregulación del sistema
financiero y al desarrollo de la banca de inversión, todas en un
contexto ideológico-cultural neoliberal, son las claves fundamentales
de la expansión de las redes financieras globales y su control sobre
los diferentes momentos de la economía.


Política económica, lucha y correlación de fuerzas

Esta política de baja tasa de interés permitió también,
sobre-apalancar (potenciar con instrumentos ficticios) la economía
norteamericana para mantener su crecimiento (a través de la industria
de la construcción de viviendas y anexos). Crecimiento que se vio
afectado gravemente luego de la crisis generada con el estallido de la
burbuja de las punto.com (empresas de servicios por Internet) y la
llamada "caída" de las Torres Gemelas en septiembre de 2001.

Al mismo tiempo, el creciente déficit comercial y fiscal
norteamericano (a través del cual se sostiene el crecimiento
económico, el financiamiento del complejo industrial-militar del
Pentágono y la política militarista de los intereses americanos-Bush)
se cubre con emisión de deuda, que a su vez, potencia el complejo
especulativo de la red financiera global.

En febrero de 2006, "cae" Alan Greenspan de la Reserva Federal y suben a Ben Bernanke. Además, ese mismo año sube Henry Paulson –máximo ejecutivo de la banca de inversión Goldman Sachs- al frente del Tesoro (ministerio de economía) y cae John Snow (una movida al interior de la línea americana consolidándose su ala financiera de banca de inversión). Esto indica que otro grupo de actores financieros logra sumarse al espacio de la Reserva Federal para ser parte en las
decisiones político-monetarias. Cambia la correlación de fuerzas entre
fracciones financieras en el núcleo del poder financiero global.

Con Bernanke cambia la política de tasas de interés, la lleva del 4%
al 5,25% golpeando directamente en la burbuja inmobiliaria y a partir
de esta al sistema financiero. La golpea en el punto donde la masa de
personas sin capacidad de pago, que había recibido créditos
hipotecarios al 1%, no puede pagarlos al 5,25% (ahora si subprime,
basura, tóxicos, malos, etc.). Con una tasa de interés al 5,25%, y
manteniéndola a pesar de la quiebra de dos fondos de la banca de
inversión Bears Stearn, hace estallar la burbuja inmobiliaria, negocio
controlado principalmente por la fracción de capital financiero
angloamericano.

El debate-discusión, en el plano de la lucha de ideas, acerca del
nivel de la tasa de interés, es la forma como aparece la puja de
intereses entre fracciones de capital financiero que se desarrolla en
el corazón mismo de los Estados Unidos.

La guerra entre las dos fracciones de capital financiero genero un
proceso de acumulación con centralización de capitales, que
realimentaba constantemente una burbuja económica global, no solo
financiera, oxigenada por las bajísimas tasas de interés.

Mientras Bush financiaba con déficit fiscal y baja en los impuestos la
expansión de la sobrecalentada economía norteamericana, y a la vez las guerras de Irak y Afganistán servían para sobre-financiar el complejo industrial militar del pentágono (núcleo financiero industrialista estadounidense), los sectores financieros del proyecto globalista angloamericano hacían de la deuda creciente una burbuja especulativa que les daba fabulosas ganancias. Los intereses financieros contrapuestos potenciaron, ambos por diferentes intereses, la burbuja económico-financiera.
La decisión de la nueva autoridad político-monetaria de hacer entrar
en crisis (mediante la nueva política de la tasa de interés) los
instrumentos financieros engendrados desde 1982 por las redes
financieras transnacionales, termina con varios gigantes de Wall
Street, protagonistas de la globalización neoliberal.

La caída del Lehman Brothers
La acción que define, profundiza y generaliza la crisis financiera es
la decisión de Henry Paulson (Secretario del Tesoro) de dejar caer el
15 de septiembre de 2008 al Lehman Brothers, una de las mayores bancas financieras de inversión y parte de la red del Citigroup (donde tenía 138.000 millones de dólares).

La caída del Lehman paralizó el sistema financiero global, "rompió la
moneda" y acabó con el crédito, dijeron desde adentro.

Meses antes habían caído el Bear Stearn y el Merryll Linch, que fueron
inmediatamente adquiridos a precios de oferta (10% de su valor) y con el apoyo financiero de la Reserva Federal, por el JPMorgan y el Bank of América (BofA) respectivamente.

Este proceso de centralización forzado permite un salto de escala
impresionante para estas entidades con poca presencia global en
términos relativos, pero con fuerte desarrollo al interior de los
EEUU, asociadas al antiguo complejo industrial-militar y a los grandes
laboratorios norteamericanos, cuyos cuadros forman parte, a su vez, de la cúpula del partido republicano. Es decir, constituyen las naves
insignia de la fracción de capitales financieros americanos.

Con la generalización de la crisis, se pone en marcha la transición
hacia un nuevo orden global.


Crisis y transición

Para ello, los intereses expresados en las mediaciones
político-institucionales desarrollan políticas públicas orientadas a
transitar hacia determinada dirección estratégica.

En este sentido, Paulson lleva adelante el plan de la línea de
intereses financiera americana, que contiene dos objetivos
fundamentales:

1- la eliminación de la banca de inversión creada y controlada por la
Red Angloamericana como instrumento financiero y

2- la disposición de 700.000 millones de dólares para comprar activos
tóxicos de las entidades financieras, favoreciendo determinado proceso
de centralización, es decir adquisiciones por parte del JPMorgan y el
BofAmerica.

El plan Paulson de salvataje no viene a salvar la "crisis", como quedo
demostrado con una nueva caída en todas las bolsas y la permanencia
absoluta de un estado de iliquidez total (falta de dinero circulante).
Lo que asegura el gobierno norteamericano es salvar a algunos grandes bancos mediante la compra de la "deuda mala" que poseen, favoreciendo determinadas fusiones y adquisiciones. De ninguna manera se pretendía con el mismo salvar al "sistema financiero" en su conjunto, dominado globalmente por la banca angloamericana.

Como contraofensiva al Plan de Paulson se despliega otro plan desde Londres para estabilizar y salvar sistémicamente a las finanzas globales. Gordon Brown, el primer ministro Británico, ligado al grupo financiero Lloyd's TBS, fue su portavoz.

El Plan Brown puso en práctica una nacionalización parcial y
temporaria de las entidades en problema inyectando capital en los
bancos a cambio de acciones, dando lugar a lo que se denomina
"inyección patrimonial", que en vez de comprar "deuda mala"
(securities respaldados en hipotecas tóxicas) que no resuelve el
problema de liquidez de los bancos (falta de dinero) y que obliga a
las entidades en problemas a desprenderse de activos (valores en
propiedades) para pagar deudas, haciendo bajar aún más el precio de
los mismos y, por lo tanto, achicando su patrimonio –lo cual hace
bajar el precio de las entidades para ser compradas-, en cambio el
gobierno británico proporcionó capital a cambio de parte de las
acciones preferidas de las empresas. En pocas palabras, el gobierno
británico se dispone a otorgar todo el dinero necesario a las
entidades financieras para capitalizarlas, y frenar su caída.

En este escenario, el gobierno de EEUU también debe adoptar a su
pesar, la medida de la nacionalización parcial de la banca (sin
derecho a lugar en el directorio), ya que de lo contrario la crisis se
profundizaría particularmente en territorio estadounidense, quedando
relativamente aislado del resto del mundo.

A partir de aquí se abre un nuevo momento de la crisis, produciéndose
el pasaje de la crisis financiera internacional a la crisis económica
global.


Los 3 momentos en el desarrollo de la transición de la crisis

A partir de la crisis de 1988 y definidamente a partir de 1991 la
fracción dominante fue la angloamericana (cuyas naves insignia son el
Citibank, el HSBC y el Lloyd's). El proyecto estratégico globalista
financiero neoliberal, conocido mundialmente como proceso de
"globalización", se impuso como hegemónico dando lugar al desarrollo
acelerado de las redes financieras transnacionales; la aceleración de
la crisis de la soberanía del estado nacional y el desarrollo de
formas de soberanía global tendientes a la conformación del Estado-Red Global, el desarrollo de fuerzas armadas y fuerzas especiales
globales, el desarrollo de la Organización Mundial del Comercio (OMC)
como instrumento fundamental de la conquista del libre comercio global y la promoción de áreas de libre comercio regionales y el rol del FMI y el Banco como instrumentos de formación de cuadros, instrumentación de políticas y financiamiento global.

En 1999, en la gestión demócrata de Bill Clinton y con Robert Rubin
como Ministro de Economía –luego número dos del Citigroup—, se aprobó la ley de Modernización de los Servicios Financieros, con la cual los bancos, los fondos de inversión, las aseguradoras y los brokers
financieros quedaron libres de los controles que databan de 1933 (ley
Glass-Steagall de regulación del crédito), elaborados para prevenir
las acciones que dieron lugar a la Gran Depresión de los años 30', es
decir, las maniobras de especulación financiera que producen las
impresionantes burbujas, que no son otra cosa que aumentos acelerados de valores ficticios, precios y papeles, por sobre el valor "real" de ciertos activos (ej.: Viviendas, empresas de Internet).

Una vez que el Citigroup terminó de imponer completamente sus reglas de juego, el terreno quedó allanado para la expansión exponencial de las redes financieras y el dominio absoluto del capital financiero transnacional como Red financiera global.

A partir de 2000-2001, la fracción retrasada, fuertemente desarrollada
al interior de los EEUU pero con menor desarrollo global (denominada por algunos como la fracción industrialista), logra compensar su debilidad en el terreno económico desde su fortalecimiento en la orbita política, desplegando una política militarista legitimada en la idea de la seguridad nacional, apelando a elementos sedimentados en las tradiciones imperiales norteamericanas como el destino manifiesto.

Con la "caída" de las Torres Gemelas y la crisis de la burbuja de las
"punto com", logra imponer una nueva correlación de fuerzas en el
territorio norteamericano, generando una situación de empate de
fuerzas. A partir de aquí, tanto una como otra fracción se posicionan, pertrechan y fortalecen, agudizando necesariamente las contradicciones entre ellas.

Desde febrero de 2006 en adelante la fracción americana logra imponer los cuadros en la Reserva Federal y se produce un cambio en el Tesoro norteamericano.

La disputa se dará para definir quién de ellas pagará principalmente
los costos del ciclo recesivo, la forma en como se entrara al mismo y
quién absorberá a los caídos.

Tanto la suba de tasas, las caídas de bancos y las posteriores
adquisiciones-fusiones de los gigantes de Wall Street, por parte de la
Gran Banca americana, como la caída del Lehman que constituye la
estocada final sobre el sistema financiero global, son parte de la
forma que adquiere dicha lucha, bajo la acción del ataque defensivo de
la fracción financiero-americana.





De cómo la caída del Banco Lehman Brothers, guarda relación con la caída de las Torres Gemelas.

Las Torres Gemelas no se cayeron, las tiraron. El Lehman Brothers no
se cayó, en la lucha fue debilitado, perdió y lo dejaron caer para que
arrastrara a toda la banca de inversión a la crisis. Son dos hechos
que pertenecen a la misma línea de intereses y al mismo eje de
enfrentamientos.

La caída de las Torres Gemelas era necesaria en la estrategia
americana para lograr una correlación favorable de fuerzas, legitimar
su política de seguridad nacional al interior, para homogeneizar
comportamientos y disciplinar contradicciones secundarias, para cercenar libertades individuales y someter a vigilancia permanente al conjunto de los ciudadanos de EEUU, deviniendo hacia comportamientos fascistas propios de toda fracción imperialista retrasada.

Además, esta política es necesaria para sostener al exterior una política militarista, detener el avance de la fracción avanzada del capital financiero global y dinamizar el antiguo complejo industrial-militar norteamericano. Parece que la política de control de la gran reserva de petróleo mundial, la península arábiga, y la política de destrucción de la banca de inversión están en relación directa con esta lucha entre dos pelotones del capital financiero, diferenciados en su núcleo central entre la línea financiera americana y la línea financiera
angloamericana.

La caída del Lehman Brothers guarda relación con la necesidad de ir
directamente y frontalmente por la destrucción de la banca de
inversión angloamericana y desarticular la Red financiera global. Con
la caída del Lehman el principal damnificado es el Citigroup, la mayor
red financiera global hasta la crisis, lo cual no implica
necesariamente al conjunto de las redes financieras globales (HSBC,
Lloyd´s).

El Citi, en su intento de detener su caída, quiso avanzar con la  adquisición del banco Washington Mutual (WaMu) y, luego, al Wachovia, el cuarto banco estadounidense según sus activos. Sin embargo, tal como negó el gobierno de los EEUU entregar los  dólares necesarios para que el británico Barclays adquiriera el Lehman, también se le va a negar dicha posibilidad al Citi con el Wachovia. Dicho banco, finalmente, será adquirido por el JP Morgan y el Citi entrará en una crisis que significará incluso la posibilidad de su quiebra.


La nueva forma de capital: la Red Financiera Global

A partir de 1967-73 una nueva forma de capital financiero empieza a
desarrollarse, se consolida hacia 1982 e inicia el camino para volverse dominante (1988-91).
Esta forma de capital tiene la especificidad de que
necesita transnacionalizarse, necesita especializarse e
informalizar-flexibilizar-tercerizar su forma de organización y, es
una necesidad inherente a su modo de producción-apropiación de la
riqueza social global.

Esta forma de capital por su escala necesita poner en crisis el
sistema institucional del estado nación de país central y de país
dependiente. Necesita que su territorialidad sea global no
internacional, necesita que lo institucional nacional e
inter-nacional sea superado y subordinado.

Necesita especializarse en el monopolio del capital-dinero global y en
el monopolio del conocimiento estratégico que hace a la gerencia
estratégica. Monopolizar el medio de cambio global, el capital-dinero,
y el conocimiento estratégico que administra qué pensar-hacer, cómo
pensar-hacer, dónde pensar-hacer, con quién pensar-hacer y cuándo
pensar-hacer.

En el proceso de la hiper-especialización/hiper-descentralización de
los procesos productivos y administrativos, el monopolio del proceso
de apropiación capitalista de la riqueza social pasa del monopolio los
medios de producción al monopolio del conocimiento
estratégico de la conducción político estratégica de los
procesos y productos. Y luego, la construcción de la nueva moneda
global y la crisis de todas las anteriores, la imposición del nuevo
medio de cambio y referente global, de los instrumentos para el
ejercicio y delimitación de la territorialidad social sobre la que se
lucha por ejercer la soberanía.

Esto se expresa en una Red de gerencias locales, en una relación de
horizontalidad y autonomía entre ellas pero subordinadas verticalmente al directorio de los dueños de las acciones preferidas. Esta Red local se organiza como nodo que enlaza, media y coordina una estructura flexible, informal y tercerizada que alcanza como mínimo al 80% de la estructura. El 20% restante lo compone la estructura formal de la gerencia local de la Red y los medios de producción estratégicos (como por ejemplo la planta de ensamblaje de una automotriz). Esta Red de Nodos de gerencias locales que recorren 100 países es lo que se conoce como sociedad del conocimiento, de la información, pos-industrial, posmoderna, etc.

Esta es la nueva forma de capital, la del capital financiero global
organizado como Red financiera que monopoliza el conocimiento
estratégico y el capital dinero. Esta forma de capital hace al tercer
momento del capital financiero. Primero fue su forma
internacionalizada de capital dinero a préstamo, luego la forma de la
corporación multinacional que controla activos físicos en múltiples
países, y ahora la forma de Red Financiera Global que supera a los
países como territorialidad social.

El Fascismo como política imperialista de la fracción retrazada

La fracción de capital más avanzada y dinámica a nivel mundial la
constituyen las redes financieras transnacionales angloamericanas
[Citigroup, HSBC – Lloyd's - Banca Rothschild & sons], que conforman
la Red Imperialista Global. Controlando la gran industria
transnacional, el gran comercio, el gran complejo
agroalimentario-agronegocios, la gran logística y la gran massmedia
masiva.

A esto se le opone, agudizando día a día su enfrentamiento en los
distintos planos de lo social, las fracción retrazadas que no quieren verse subordinadas y constituyen polos de poder regional. En el propio territorio angloamericano las fracciones que necesitan perpetuar el viejo imperialismo de país central, van desarrollando los comportamientos fascistas, es decir disciplinamiento
mediante el miedo, el terror y la represión, apelando fundamentalmente a la fuerza militar-policial, para librar el enfrentamiento por la configuración de un nuevo orden mundial.


La lucha al interior de la fracción avanzada: el
Citigroup vs el HSBC/Lloyd`s

Dentro de la fracción de capital financiero angloamericano existen
contradicciones que se manifiestan en la llamada crisis financiera y
sus momentos.

El Citigroup, a diferencia de los otros, tiene una exposición en
el territorio norteamericano del 50% de sus ganancias.
El HSBC, en cambio, constituye la red más diversificada,
repartiendo sus ganancias de forma proporcional en los distintos
continentes.

La caída del Citigroup como actor central guarda relación, también,
con las luchas al interior de la forma avanzada. El llamado salvataje Británico del primer ministro Brown se inicia luego de la caída del Lehman-Citigroup, y se desarrolla consolidando las posiciones del HSBC/Lloyd`s y la ingeniería aparece de la mano de la Banca Rothschild & sons.

Por ello, es tan importante observar los momentos de la crisis
financiera: el primero de dominio del Citigroup, el segundo de dominio
del JPMorgan/BofAmerica y el despliegue del golpe al citigroup y no al
HSBC, y tercero el dominio del HSBC/Lloyd`s, y su imposición de líneas de rescate que frena al JPMorgan e inicia el declive del dólar.

Al interior de la línea angloamericana, salvataje británico mediante,
se fortalece la forma pura del globalismo financiero territorializada en la red de centros financieros globales, que pasa a ser dominante en la conducción del enfrentamiento.

Para la línea angloamericana de intereses, la caída de EEUU como
potencia mundial se vuelve necesaria para avanzar hacia el nuevo
formato imperial donde no existe país central, un imperialismo sin
centro en un país determinado sino en una red de mega ciudades
financieras. Paradójicamente, esta red de ciudades describe el recorrido del viejo imperio británico: Nueva York, Buenos Aires (a partir de 1826), San Pablo (antes Río de Janeiro, con la subordinación portuguesa al imperio inglés), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Hong Kong, Singapur, Bombay, Sydney, Tel Aviv, Dubai, etc., más el conjunto de ciudades cabeceras de proyectos estratégicos contrapuestos que hay que subordinar a la Red: Moscú, París, Berlín, Frankfurt, Roma, Tokio, etc. Estos constituyen los nodos principales que darían forma al Estado-Red Financiera Global.

Por ello la forma de avanzar es a través de la constitución de áreas
de libre comercio por región. Regionalizando el Globo, sin que esto
implique armar bloques políticos de poder, sino como estrategia para
debilitar los poderes estatales nacionales y regionales, se avanza
para los intereses angloamericanos hacia el globalismo financiero.

La crisis financiera, como POLITICA de golpe de estado usando armas
propias del MERCADO financiero, al mismo tiempo qué debilito al
Citigroup, fortaleció al JP Morgan/Bank of América, y en el desarrollo
del proceso de fortalecimiento de JPM/BofA emerge el
HSBC/Lloyd´s/Brown. Esto se corresponde con el reposicionamiento en la Red Angloamericana de los Clinton-Krugman, retomando el control de la cúpula demócrata, desplazando al sector representado históricamente por la línea Kennedy (centrales obreras, iglesia católica, etc.) que se venía posicionando, en un principio, a interior de la fuerza expresada por Barak Obama.


Bajo una situación de empate en el núcleo de poder mundial cambian los actores y el orden en los polos principales del enfrentamiento:
JPMorgan/BofAmerica vs HSBC/Rothschild.

Las enseñanzas de las Grandes Crisis Financieras

Siguiendo las enseñanzas de la crisis económicas de 1890-93 y las de
1929-32, podemos estimar que la lucha de clases entre fracciones de
capital financiero imperialista va a devenir de guerra financiera en
guerra por otros medios.

Las crisis financiero-económicas constituyen la primera forma que
adquiere el enfrentamiento interimperialista, como manifestación de la
guerra comercial.

La crisis de 1890-93, que da lugar al desarrollo en términos
dominantes del capital financiero internacional (con la fusión entre
la gran industria y la gran banca), deviene en la guerra de EEUU
contra España por Cuba en 1898, en la guerra Ruso-Japonesa por Crimea en 1905, y en la gran guerra mundial inter-imperialista de 1914-18, donde lo que estaba en juego es el dominio de una nueva forma de capital y por lo tanto, el reparto de los territorios a nivel
mundial, del ordenamiento mundial y las respectivas áreas
de influencia. El reconocimiento final de los ganadores y perdedores en la guerra termina de sellarse en el Tratado de Versalles, el 19 de julio de 1919, donde se acuerda-imponen las nuevas reglas de juego y se
formaliza la resultante en la correlación de fuerzas internacionales.

La crisis de 1929-32, que en el debate actual se utiliza para comparar
la crisis que estamos viviendo, da lugar al desarrollo del capital
financiero multinacional y deviene en la guerra civil española en
1936, y finalmente en la Segunda Guerra interimperialista en 1939-44,
cuyos resultados terminan de formalizarse en el ordenamiento mundial
surgido de Bretton Woods en 1944/46.

Las enseñanzas de las grandes crisis financieras anteriores es que
tienen un tiempo de desarrollo y luego de profundización, que guarda
relación con el grado de confrontación entre las líneas de capital
financiero en lucha. La guerra financiera, deviene en guerra comercial
de estancamiento, recesión y depresión, esta deviene en guerra militar
en países secundarios y luego en gran guerra. Por último, la guerra
tiene vencedores, y tratados que acuerdan y reconocen a los
vencedores, ej.: Bretton Woods.

La primera gran crisis se inicia en 1890/3 y termina en el tratado de
Versalles en 1919, 26/29 años después. En este tiempo se abrieron los
espacios de oportunidad para los procesos de liberación nacional
democrático-sociales de los pueblos y naciones oprimidas.

La crisis que provoca la lucha ínter-imperialista abre la oportunidad
histórica para los pueblos y naciones oprimidas por los imperios.

La segunda gran crisis se inicia en 1929/32 y se cierra en el tratado
de Bretton Woods en septiembre de 1944/46, 12/15 años después.

La gran crisis que se abre a partir de la caída del Lehman Brothers en
septiembre de 2008, abre el tiempo de profundización de las luchas
ínter-imperialistas y la Oportunidad Histórica para los pueblos y
naciones, abre un espacio de tiempo social de 12 a 26 años, hasta su
resolución.






[i] Este articulo forma parte del proyecto de investigación en curso acerca de los cambios
  estructurales que produce y forma parte la Crisis Financiera Global de 2007/8.
[ii] Autores: Walter Formento y Gabriel Merino. CIEPE –Centro de
  Investigaciones en Política y Economía. Noviembre de 2008.