domingo, 29 de mayo de 2011

EL CORDOBAZO desde el 2011

Autor: Walter Formento – Mayo de 2011-
Presidente del CIEPE -Centro de Investigaciones en Política y Economía-
Coordinador Nacional del ENPL –Encuentro Nacional Popular Latinoamericano-

El Cordobazo es un hecho que se inicia el 29 de mayo de 1969, un día antes del día del ejercito, y el culmina el 30 de mayo. El 30 de mayo quedó claro el enfrentamiento entre Onganía, presidente de facto, y Lanusse, comandante en jefe de las FFAA, expresando uno a la fracción nacionalista oligárquico imperial de las corporaciones financieras transnacionales y el otro a la fracción oligárquico imperial liberal de los grupos financieros transnacionales.
También quedó de manifiesto que ese hecho hizo a un momento de torsión en la construcción del frente nacional popular latinoamericano con capacidad transformadora social. Hizo al momento de pasaje de movimiento a fuerza nacional política social. Ese momento en el cual el movimiento nacional y popular se hace mas heterogéneo y masifica su composición y logra una dirección que encabeza y cohesiona sus componentes sociales para poder irrumpir en la lucha política.
Cierra el momento el desarrollo del movimiento nacional iniciado en 1959-61, y abre el momento de desarrollo de la fuerza con capacidad de lucha política por la transformación social.

El cordobazo es el momento en el cual el movimiento obrero organizado por la CGT-A-Ongaro asciende a la dirección política del movimiento nacional de liberación en un frente de liberación nacional que conduce J.D.Peron. El cordobazo es parte del momento insurreccional, 1968-69, de una fuerza nacional político social de carácter revolucionaria; forma parte con un conjunto de hechos que van desde el 1ro de mayo de 1968 al Rosariazo de septiembre de 1969. Hechos donde es el movimiento de las clases medias de profesionales y técnicos, jóvenes y veteranos, el que irrumpe a la lucha política, en conjunto con el movimiento obrero organizado. Este movimiento de jóvenes y veteranos de clases medias profesionales y técnicas hacen crisis con el proyecto financiero imperial oligárquico nacionalista y liberal no en el golpe de estado-destituyente de 1955 o en la masacre de José León Suárez en 1956, sino recién en 1959 contra la política de privatización-transnacionalización de la educación publica universitaria y de las empresas estatales. Este momento irrupcional de los movimientos de trabajadores obreros, profesionales y técnicos, jóvenes y veteranos, peronistas y no-peronistas, a la lucha política constituye al movimiento nacional en una fuerza nacional con capacidad revolucionaria, que incluye al movimiento de pequeños empresarios nacionales dirigidos por Gelbard y al movimiento de curas comprometidos con los pobres.

Esta fuerza nacional de liberación tiene al peronismo, en tanto identidad política, como columna vertebral que suma al conjunto de las otras identidades político-sociales del campo nacional latinoamericano a la lucha política en un frente de liberación. Estas otras identidades incluyen a radicales frondisistas, radicales intransigentes, desarrollistas, comunistas, socialistas, revisionistas históricos de izquierda nacional y nacional populares, troskistas, sindicalistas, etc. Observado desde sus formaciones ideológicas incluía desde el nacionalismo católico popular, el nacionalismo industrialista, el nacionalismo popular democrático, el nacionalismo popular revolucionario al liberalismo industrial desarrollista, al liberalismo popular democrático y al liberalismo popular revolucionario.

El cordobazo se da en el marco de una profundización de la lucha entre fracciones de corporaciones financieras multinacionales y grupos económico financieros que conmocionan al mundo y particularmente a Latinoamérica y  argentina como un todo común. Estas luchas entre fracciones imperiales financieras globales que arrastran tras de sí a sus oligarquias locales tienen sus puntos de partida en la guerra en Corea de 1953 y la guerra en Vietnam que se inicia en 1957 con Francia y se profundiza con la entrada de EEUU en 1960-1. Estas guerras inter-imperiales globales si bien se localizan en ciertos escenarios periféricos conmocionan a todos los países y estructuras sociales; abriendo espacios a luchas emancipadoras que recorren a todos los países del llamado tercer mundo por fuera del bipolarismo, por ello es que las luchas políticas libertarias recorren las distintas patrias chicas de la patria grande con sus tiempos, modos y composiciones sociales diferentes pero con un programa histórico libertario sanmartiniano-bolivariano en común.

Esta situación profundiza, también, al interior de la propia fuerza un conjunto de tensiones secundarias y coyunturales que el oponente principal intentara profundizar para debilitar su capacidad transformadora. El proceso de ascenso a la lucha política de las mayorías nacionales populares y latinoamericanas, con su heterogeneidad social y distintas identidades políticas y formaciones ideológicas, permite que las corporaciones financieras imperiales operen divisiones antinómicas en el propio campo popular; operaciones antinómicas que oponían a los Jóvenes vs. los Viejos militantes, a Jóvenes militantes vs. Viejos Burócratas, a las clases medias contra los dirigentes obreros, etc.

La situación irrupcional de los excluidos a la lucha política de 1968/69 presupone constituir la fuerza nacional con capacidad transformadora. Entre 1976-79-96 se desarrolla la desarticulación de esa fuerza nacional y su programa. Desde 2001-2003 se vuelven a dar condiciones generales favorables y en el 2008-2011 se retoma el camino de la rearticulación de la fuerza nacional de carácter revolucionaria.

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